REDACCIÓN. El municipio gaditano de Sanlúcar de Barrameda vivió el pasado fin de semana una jornada para el recuerdo al procesionar, por primera vez, el crucificado de la Sed, realizado para la agrupación parroquial del mismo nombre, y que ha sido tallado por el imaginero sevillano Manuel Martín Nieto.
La imagen, realista y expresiva, es de tamaño natural (mide 184 cm de altura) y ha sido tallada en madera de cedro. Representa una de las Siete Palabras que, según la tradición, pronunció Jesús en la cruz; en concreto la quinta, que es el instante en el que Jesús pide agua y le dan a beber vinagre.
La obra ha sido policromada al óleo y muestra las típicas maneras de Martín Nieto: corpulentas formas, tensión extrema en músculos, tendones y venas, frondosa melena dispuesta en arremolinados mechones y sudario cordífero cuyos pliegues simulan moverse con violencia por la acción del viento.
Las heridas son muy abundantes con el fin de simbolizar la terrible sed que Cristo padece tras la gran cantidad de sangre derramada en el martirio. Sobre los ojos castaños, semihundidos y al borde del llanto por faltarle sus fuerzas y cualquier atisbo de compasión por parte de sus verdugos, el autor coloca finas pestañas de pelo natural.
El pasado sábado protagonizó una salida extraordinaria con motivo de su bendición, instantes a los que pertenecen estas imágenes.